Giorgio Grassi (Milan 1935) es un tipo duro. A pesar de su escuálida presencia física, sus fundamentos y sus teorías sobre la arquitectura no ceden ni un ápice al capricho o a la anécdota.
Cuando la "tendenza" italiana surge en los años setenta, capitaneada por Aldo Rossi, Giorgio Grassi es el genuino representante de su ala más pura y radical. Es un teórico consciente de que la única relación real de la arquitectura con sus trabajos debe ser mediante la participación social y el estudio de la historia.