APUNTES PARA UNA ARQUITECTURA AUSENTE

APUNTES PARA UNA ARQUITECTURA AUSENTE



Impenitente : Adjetivo. Que persevera en un hábito.
Ausente : Nombre común. Aplicado a personas o cosas. De lo que se ignora si vive todavía o donde está



"Un artista verdadero es alguien que está preocupado por muy pocas cosas."
Aldo Rossi


"No habrá otro edificio"
Louis Kahn


viernes, 17 de octubre de 2014

LA INSOLITA ARQUITECTURA DE BRUCE GOFF



Bruce Alonzo Goff (1904-1982) es uno de los arquitectos del siglo XX más inmerecidamente olvidado. Y, desde luego, en la Escuela de Arquitectura de Valencia jamás nos hablaron de él.

Su trayectoria no ha sido suficientemente reconocida y solo en estos últimos tiempos comienza a despertar cierto interés.

Y ello es porque Goff fue un autentico solitario que recorrió su particular camino al margen de los movimientos arquitectónicos vigentes en su época.

Amigo muy intimo de Frank Lloyd Wright, con quien se carteaba, era reconocido por el vanidoso maestro de Taliesin como verdadero colega y como un arquitecto de talento. Pero aun con esta notable influencia, Goof desarrollo su propio lenguaje y jamas se sometió a ningún estilo ni movimiento.

Amante  furibundo de la naturaleza, compenetró su obra con esta, al tiempo que rompía con los tradicionales modos de habitar. Su arquitectura era tan diferente que un crítico, no sin sorna, dijo que " si un marciano viniera a la tierra seguramente la comprendería mejor que los humanos".
Porque la arquitectura de Goff es inclasificable. Es una mezcla de arte pop, de rabiante psicodelia, de radical expresionismo y de una desbordante fantasía sin limites. En su obra se aúnan soluciones formales y plantas sorprendentes con las ideas mas iconoclastas respecto de la forma de vivirla y con una concepción de volúmenes y masas que raya en lo delirante.

Goff fue un niño prodigio y un autodidacta. Nacido en Alton, West Kansas, durante su infancia ya demostró ser  un sobresaliente dibujante y también un precoz músico. Su padre, un relojero local, le encaminó tempranamente hacia la arquitectura consiguiendo que a sus doce años, en 1916, fuera contratado como aprendiz en la oficina de arquitectura Rush, Endecot y Russ, en Tusla. 

En esos tempranos años Goof devoró todos los libros y revistas que cayeron en sus manos sobre la arquitectura americana y europea del momento. Descubrió entonces al mismo Wright, a Mendelsohn, Hofman, Poezlig, Sullivan, Gropius, Saarinen, Gaudi, Neutra y a un largo etcétera de arquitectos y diseñadores.

Pero si bien los admiraba a todos no dejo influenciarse por ninguno de ellos.

Con Rush, Endecot y Rush, con quienes llegó a ser socio, Goff proyecta en 1926 la Iglesia Metodista-Episcopal, en Tusla, edificio este muy contenido y con reminiscencias góticas y del Art Deco. Eran todavía los tiempos en que Gogg aun se sumía a la cierta ortodoxia formal.

Iglesia Metodista-Episcopal.1926.©Jeffrey Cook

Cuando a los veintiséis años emprende su vuelo personal su giro proyectual es total Y aunque, en los años difíciles de la depresión económica y del resentido contexto social su obra no sea construida con facilidad, en la Traiero House, erigida en el año 1941, es donde por fin se anuncian sus personales y nuevas trazas.

La Traiero House con su planta triangular, su ritmo de vanos acristaladas y macizos, su grácil estructura soportando los picos del triangulo y su volátil cubierta de madera es una casa que parece flotar sobre el suelo. 


Traiero House. Planta. 1941.©Jeffrey Cook

Traiero House. Imagen. 1941.©Jeffrey Cook

En 1942 es llamado al servicio militar en la Marina y es destinado a la base de Camp Parks en las islas Aleutianas. Sus superiores, conocedores de su capacidad y versatilidad, le encargan continuadamente trabajos de reformas y pequeñas construcciones en la misma. Dado el contexto bélico del momento la condición fundamental era que tenía que proveerse solo con los materiales de construcción dispersos por la base. Cuando le encargaron que convirtiera un antiguo barracón en una capilla su ingenio relució ante la falta de recursos. La reforma transformó la bóveda curvada del barracón, con una rasgadura corrida en su clave, y así el espacio quedo así inundado de luz. La capilla se complementó con ampliaciones menores laterales y con machones y albañilerías de ladrillo color salmón con juntas de rebaba de mortero vistas y en bruto. Una pequeña alberca en la entrada aportaba el toque de frescura.


Seabbe Chapel. Planta. 1945.©Jeffrey Cook

Seabbe Chapel. 1945.©Jeffrey Cook

Seabbe Chapel. 1945.©Jeffrey Cook

Finalizada la guerra fue nombrado, en 1947, Jefe del departamento de arquitectura de la Universidad de Oklahoma, y es entonces cuando comienza a proyectar sus revolucionarias casas.

En la Ford House, en 1948, todo el espacio interior gira alrededor de un mástil central del que se suspende la estructura. En la planta baja la chimenea, la cocina, la zona de comer y de estar se disponen radialmente en el centro y las circulaciones se producen por la parte exterior a estos. Los dormitorios y el garaje aparecen como unos apéndices del volumen general. Sobre el gran espacio único, en una balconada flotante abierta, se sitúa el estudio.


Ford House. Planta. 1948.©Jeffrey Cook


Las ambigüedad espacial que se produce bajo el esqueleto estructural radial, y sobre el que se superponen bien partes acristaladas o partes opacas, es manifiesta. Los jardines interiores y exteriores hacen que toda la casa destile una grandiosa exuberancia.


Ford House. Sección. 1948.©Jeffrey Cook

Ford House. Planta. 1948.©Jeffrey Cook


Ford House. 1948.©Fry Art Museum


Ford House. Planta. 1948.©Jeffrey Cook


En la Bavinger House, de 1950, y tal vez la más conocida, es donde la fantasía de Goff llega a extremos insospechados. En ella la idea matriz es también la continuidad espacial y temporal. En un espacio único, tema recurrente de Goff, las distintas zonas de vivir se sitúan en diferentes niveles abiertos y colgados de la estructura. No hay espacios cerrados.

A igual que en la Ford House, todo gira en torno al mástil central sustentante del conjunto, pero en la Bavinger Hause la secuencia espacial se transforma en una espiral ascendente hacia las diferentes plataformas comunicada por una ligera escalera. En el exterior la casa parece nacer del suelo como una hélice y los materiales rocosos del lugar continúan esta ascensión espiral pasando a ser parte de los cerramientos. La casa resulta así de rasgos alucinógenos y de desbordante imaginación. Y desde luego solo vivible para unos pocos.

    
Bavinger House. 1950.©Fry Art Museum


Bavinger House. Planta baja. 1950.©Jeffrey Cook
Bavinger House. Plantas superiores. 1950.©Jeffrey Cook
Bavinger House. Seccion. 1950.©Jeffrey Cook

Bavinger House.1950.©Flirck

Bavinger House. 1950.©Jeffrey Cook


Bavinger House. 1950.©Jeffrey Cook

Esta forma de concebir plantas y espacios circundantes a un hito central, tiene su culmen en la Dewlen Hause, 1956, que si bien no fue construida, representa uno de sus mejores trabajos.

La casa se plasma como una continuación de los estudios experimentales que se practicaban, durante su docencia, en la Universidad de Oklahoma

La idea es crear un oasis en las áridas tierras donde debía asentarse. Su planta se asemeja a una planta trifoidal o a una estrella de mar. En su centro, alrededor de una alberca de planta dentada, se configuran tres zonas para las áreas sociales y de descanso de la familia y sus invitados.

Estas zonas se construyen en forma de tres gradas con plataformas escalonadas. No hay mobiliario, pues todos los elementos de amueblamiento se integran en la obra. Las áreas de cocina y aseo se esconden tras los muros serpenteantes de negra antracita con ribetes de pirita dorada. De los tres picos existentes en la planta dos se dedican a terrazas y otro a garaje. El techo con recubrimiento de aluminio y con lucernarios se suspende, una vez más, de un mástil central.


Dewlen House. 1956.©Jeffrey Cook

Sin embargo lo más sorprendente de la Dewlen House son los dos tubos ascendientes en voladizo que contienen los estudios. De estructura de acero, sus bocas de plexiglax en forma de lirio miran sobre el exterior, convirtiéndose en observatorios privilegiados.

Todo el conjunto, con la gran forma de un animal varado en el desierto, con parte semienterrada y otra sobresaliendo, y con sus dos lenguas voladas constituyen una imagen inaudita.


Dewlen House. 1956.©Jeffrey Cook

Cuando proyecta, en 1958, la Gutman House, Bruce vuelve a elevar la casa sobre el terreno y la ligereza de sus soportes hace que la casa parece un platillo volante que quiera despegar. La planta se basa en la integra geometría del triangulo que se repite constantemente en los alzados, en la estructura y en el mobiliario. La ingravidez de la casa es patente.

Gutman House. Planta.1960.©Jeffrey Cook

Gutman House. 1960.©Jeffrey Cook

Gutman House. 1960.©Jeffrey Cook

Tras dejar la docencia, en 1956, Bruce continua con más su personal obra con más ahínco.

En sus siguientes trabajos  evoluciona a un formalismo más geométrico, manteniendo sus premisas principales de composición y un radical expresionismo en su morfología. Así, en la Dace House, se lanza a una composición de volúmenes elementarios y a una planta con formas de gran sencillez.

Construida en 1964, el dialogo entre los cilindros en estuco color rojo sobresalen armoniosamente bajo el alero plano. La gran cristalera del estar se convierte en un observatorio magnifico sobre las amarillas praderas y el gran cielo azul.

Dace House. Planta baja.1964.©Jeffrey Cook

Dace House. Planta superior.1964.©Jeffrey Cook

Dace House. 1964.©Jeffrey Cook

Otro ejemplo de este formalismo basado en figuras simples se produce en la Harder  House.

Construida, en 1974 en Mountain Lake, para residencia de un matrimonio de jubilados. El mayor interés de la casa estriba en como se realiza la transición entre la parte cuadrada de la planta semienterrada y la parte circular de la planta superior.

Los  cuatro maceteros exteriores corresponden a las estructuradas estancias interiores y dialogan con los cilindros, de color rojo intenso, perteneciente a las zonas de almacenamiento y vestidores. Los volúmenes de las escaleras complementan la imagen exterior. La cubierta se resuelve mediante tejas en forma de escamas de pez. Esta misma teja se repite en las fachadas y en los interiores de la casa. En el centro de la misma una alberca, bajo un lucernario, sustituye a la chimenea como foco de atención.

Toda la casa es un ejercicio con alusiones al pop art y al metabolismo. 


Harder House. Planta acceso.1974.©Jeffrey Cook

Harder House. Planta inferior.1974.©Jeffrey Cook

Harder House. 1974.©Jeffrey Cook
Harder House. 1974.©Jeffrey Cook

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Los trabajos de Bruce Goff fueron intensos y continuados. Realizo más de cuatrocientas obras y en la mayoría de ellas estableció una potente relación personal con sus clientes, de forma que cuando estaban terminadas era un miembro más de la familia. Afable y gran conversador, solía decir que no haría nunca una casa en la que no le hubiera gustado vivir, que la verdad y visto lo visto, ya es decir. 

La arquitectura de Bruce Goff es interesante para unos, odiada para otros, pero siempre controvertida y sin dejar a nadie deja indiferente.

Es significativo que, mientras la arquitectura del momento transmutaba del racionalismo europeo a los caminos del International Style americano y luego mundial, Bruce Goff, como individualista total que era, seguía su propio instinto y su manera particular de proyectar.

Era un verdadero outsider.    

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